https://www.voltairenet.org/article218996.html
Al principio de entendimiento entre Siria y Turquía, se sumó después el de Irán y Arabia. La diplomacia ruso-china, en tándem, va consiguiendo objetivos, lentos, trabajados, parciales, pero que contraponen muros contra la destrucción social, el caos, los golpes de Estado de colores y los enfrentamientos y guerras que busca el Imperio Occidental en toda Asia.
Esto va dejando a la entidad sionista israelí en una situación más delicada, sobre todo si consideramos que su nuevo gobierno se decanta expresamente, si tapujos, por el racismo exterminador. La ingobernabilidad interna del sionismo sin caretas puede debilitar aún más al principal agente asiático del Imperio Occidental. Haciéndole, eso sí, como a su propio amo estadounidense, cada vez más peligrosos.