[Desde comienzos de este siglo y muy especialmente con el curso de su segunda década se han venido produciendo numerosos cambios], a veces pequeños e imperceptibles, otras volátiles y explosivos. En ellos participaron tanto movimientos populares como actores estatales, en algunos casos extremadamente poderosos. Estados Unidos se enfrentaba a una potencia económica en ascenso como China, al crecimiento de las economías del Sur Global (que superaron el PIB del Norte Global en términos de paridad de poder adquisitivo, PPA, en 2007), a años de abandono de la inversión de capital nacional, a la financiarización de la economía y a la pérdida de la superioridad manufacturera.
El ascenso del Tea Party en 2009 marcó la fractura interna de la política nacional estadounidense. En el plano internacional, Estados Unidos no logró una disrupción blanda del régimen en China ni la desnuclearización o el cambio de régimen en Rusia. Tras una reducción temporal del gasto militar con el fin de la desastrosa guerra de Irak (2003-2011), Estados Unidos pasó a utilizar y amenazar con utilizar el poder militar como pilar central de su respuesta a estos cambios.
La hegemonía se pierde históricamente en tres etapas: producción, finanzas y militar.4
Immanuel Wallerstein, «The Three Instances of Hegemony in the History of the Capitalist World-Economy», ed. Lenski, Current Issues and Research in Macrosociology, 1 de enero de 1984, p. 100-108, https://doi.org/10.1163/9789004477995_008.NOTA AL PIE
Estados Unidos ha perdido la hegemonía en la producción, aunque todavía conserva algunas áreas de hegemonía tecnológica, incluidas las relacionadas con el ejército. Está viendo cuestionada su hegemonía financiera, pero todavía en fases muy incipientes, alrededor de la situación del dólar estadounidense. Aunque los aspectos económicos y políticos de su declive puedan estar acelerándose, todavía conserva su poder militar, lo que crea la tentación de que intente superar las consecuencias de su decadencia económica por medios militares o afines.
Estados Unidos ha definido a China como su competidor estratégico. Su programa mínimo es la contención y el debilitamiento económico de China, lo suficiente para garantizar su propia hegemonía económica perpetua en el futuro.
Desde su punto de vista, el capitalismo estadounidense es racional en sus intentos de limitar el ascenso de China. No hacerlo erosionaría la ventaja relativa que EE. UU. tiene en el control de los niveles superiores de las fuerzas productivas y los consiguientes privilegios de monopolio que ello conlleva. Existe una alineación casi completa entre los actores estatales estadounidenses para seguir gestionando la desvinculación de China (a pesar de la casi imposibilidad de remodernizar completamente las fuerzas productivas a nivel interno) y para avanzar en los preparativos militares contra China.
El desplazamiento de tropas rusas a Ucrania en febrero de 2022 —como resultado de las incesantes violaciones de las garantías estadounidenses sobre la no expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la continua guerra civil entre Kiev y Donbass— marcó para Estados Unidos una nueva fase explícita en la alineación militar mundial. En una serie de movimientos rápidos, este país subordinó abiertamente a todos los países del Norte Global y, al hacerlo, sometió aún más el aparato militar de esos Estados. Se estableció como el hegemón militar abierto de lo que se denomina eufemísticamente OTAN+, que incluye a todos los miembros del antiguo Bloque del Este menos tres. Los que asistieron a la cumbre de la OTAN de 2023 en Vilna (Lituania) como miembros u observadores —incluidos Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur— son miembros de facto de la OTAN+. Sólo Israel (excusado de asistir por conveniencia política) y algunos países más pequeños del Norte Global no asistieron.
A partir de octubre de 2023, Israel comenzó una campaña de desplazamiento, limpieza étnica, castigo colectivo y genocidio de palestinos con el apoyo total y descarado del gobierno de Estados Unidos. Los acontecimientos en Ucrania seguidos por las recientes escaladas en Gaza son marcadores significativos que reflejan que ha habido un cambio cualitativo dentro del sistema imperialista. Estados Unidos ha completado su subordinación económica, política y militar de todos los demás países imperialistas. Esto ha consolidado un bloque imperialista integrado y centrado militarmente. Su objetivo es mantener el control sobre el Sur Global en su conjunto y ha enfocado su atención en dominar Eurasia, la última zona del mundo que ha escapado a su control.
No es exagerado afirmar que el Norte Global ha declarado un estado de abierta hostilidad y guerra a cualquier sección del Sur Global que no cumpla con las políticas del Norte Global. Esto se ve en la declaración conjunta sobre la cooperación Unión Europea-OTAN publicada el 9 de enero de 2023:
Seguiremos movilizando el conjunto de instrumentos a nuestra disposición, ya sean políticos, económicos o militares, para perseguir nuestros objetivos comunes en beneficio de nuestros mil millones de ciudadanos.5
Jens Stoltenberg, Ursula von der Leyen y Charles Michel, «Joint Declaration on EU-NATO Cooperation», Organización del Tratado del Atlántico Norte, 10 de enero de 2023, https://www.nato.int/cps/en/natohq/official_texts_210549.htm.NOTA AL PIE
El pueblo palestino de Gaza está sin duda sintiendo la palpable barbarie de la OTAN+ y el forzado «consenso de masas» del que es capaz el Norte Global. Como dijo recientemente la líder de la liberación palestina Leila Khaled:
Sabemos que hablan de terrorismo, pero ellos son los héroes del terrorismo. La fuerza imperialista de todas partes del mundo: en Irak, en Siria, en diferentes países. Ahora se están preparando para atacar a China. Todo lo que dicen sobre terrorismo acaba siendo sobre ellos mismos. Los pueblos tienen derecho a resistir a esto con todos los medios, incluida la lucha armada. Esto está en la Carta de las Naciones Unidas. De modo que están violando el derecho de la gente a resistir, porque recuperar su libertad es su derecho. Y ésta es —como siempre digo— una ley fundamental: donde hay represión, hay resistencia. La gente no quiere vivir bajo ocupación y represión. La historia nos ha enseñado que, cuando un pueblo resiste, logra mantener su dignidad y su tierra.6
Leila Khaled, «Donde hay represión, hay resistencia», Capire, 27 de octubre de 2023, https://capiremov.org/es/entrevista-es/leila-khaled-donde-hay-represion-hay-resistencia/.NOTA AL PIE
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El imperialismo ha iniciado su transformación hacia una nueva etapa: el hiperimperialismo.7
Vladimir I. Lenin, Imperialism, the Highest Stage of Capitalism: A Popular Outline, Nueva York: International Publishers, 1939; Walter Rodney, How Europe Underdeveloped Africa, Londres: Bogle-L’Ouverture Publications, 1972; Kwame Nkrumah, Neo-Colonialism: The Last Stage of Imperialism, reimpreso, Londres: Panaf, 2004.NOTA AL PIE
Se trata de un imperialismo ejercido de forma exagerada y agitada, pero a la vez sujeto a las limitaciones que el imperio en declive se ha impuesto a sí mismo. Las millones de personas de Congo, Somalia, Siria y Yemen que viven bajo el militarismo estadounidense perciben el carácter espasmódico de su esfuerzo y mueven instintivamente la cabeza al oír ruidos repentinos.
Sin embargo, no se trata de la marcha a toda vela por el planeta que inició la Guerra Fría, librada con batallas a través de intermediarios, a las que siguió el imperialismo económico vía Banco Mundial y otras instituciones de desarrollo. Es el imperialismo de un multimillonario que se ahoga y cree firmemente que debería estar de vuelta en su yate. Ejercita los músculos de un poder que todavía es fuerte: el militar. Sin embargo, a falta de poder productivo y sabiendo que su poder financiero está en un punto de inflexión, Estados Unidos ya no dispone de todo el conjunto de tecnologías imperiales de control que una vez tuvo. Por lo tanto, canaliza sus esfuerzos a través de los mecanismos que tiene más a mano: la cultura (el control de la verdad) y la guerra.
Las tácticas del hiperimperialismo están moldeadas en parte por la modernización de la guerra híbrida, que incluye lawfare, hipersanciones, incautación de reservas y activos nacionales y otras formas de guerra no militar. Las nuevas herramientas tecnológicas de vigilancia y comunicación selectiva que caracterizan la era digital se despliegan para librar el control imperialista de la batalla de ideas. Esto ha implicado la aplicación de métodos más perversos y encubiertos contra la verdad, como la prisión política del editor de WikiLeaks, Julian Assange, que sacó a la luz numerosos crímenes contra el Sur Global.8
Julian Assange, When Google Met WikiLeaks, Nueva York: OR Books, 2014.NOTA AL PIE
El Norte Global es un bloque militar, político y económico integrado por 49 países. Entre ellos figuran Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Israel, Japón y países secundarios de Europa Occidental y Oriental. En el ámbito militar, Turquía (como miembro de la OTAN), Corea del Sur y Filipinas (colonias militarizadas de facto de EE. UU.) están incluidas en nuestra definición del «Bloque militar liderado por EE. UU.», aunque formen parte del Sur Global.
En los últimos veinte años, el Norte Global ha sufrido un importante declive económico relativo, junto con un declive político, social y moral. Sus falsas reivindicaciones «morales» de derechos civiles y «libertad de prensa» son ahora una completa burla, ya que pretenden convertir en ilegal (incluso en Internet) al apoyo público a los derechos del pueblo palestino. Este apoyo total a la humillación y destrucción de los pueblos más oscuros del mundo es una reminiscencia de siglos pasados, exponiendo lo que puede describirse como «fragilidad blanca» colectiva.
Los países del Sur Global comprenden antiguas colonias y semi colonias, unos pocos Estados independientes no europeos y proyectos socialistas actuales y pasados. La lucha por la liberación nacional, la independencia, el desarrollo y la soberanía económica y política total aún no ha concluido en la mayoría de los países del Sur Global.
A pesar de las limitaciones de la terminología, utilizaremos el término «Norte Global» y ocasionalmente «Occidente» (una expresión hueca utilizada a menudo) indistintamente con el término más preciso de «Campo imperialista liderado por EE. UU.». Analizaremos el Norte Global en cuatro «anillos». El resto del mundo se conoce actualmente como el «Sur Global», gran parte del cual se denominaba anteriormente el «Tercer Mundo». Analizaremos el Sur Global en seis «agrupaciones» que vienen determinadas por el grado relativo en que un país es objeto de un cambio de régimen y el papel que desempeña su gobierno en la promoción pública de posturas internacionales antiimperialistas (ambas en la Figura 1). El Norte Global está inmerso en niveles mucho más altos de conflicto generalizado con el resto del mundo, el Sur Global.
EXTENDED VIEW
[Este texto es parte de la Introducción de un largo artículo, «Hiperimperialismo: Una nueva etapa decadente y peligrosa«, que podéis encontrar en
Hiperimperialismo: Una nueva etapa decadente y peligrosa (thetricontinental.org)
Obviamente, nosotros no hablamos de «Norte Global» ni de «Sur Global», sino, en todo caso, de Imperio Occidental y de formaciones sociales periféricas, pero eso no interfiere con los contenidos].