Vengo hablando desde hace años de que la caída de la tasa media mundial de ganancia debida al proceso de obstrucción del valor -o sobreacumulación de capital-, lleva a un aumento del capital almacenado que no se invierte productivamente o que regresa a su forma simple de dinero para entrar en los circuitos del interés y de la especulación parasitaria.
Otra de las consecuencias de ese atasco de la reproducción ampliada del capital o Crisis General del Sistema, es la procura de ganancias a través del crecimiento militarizado –o compensación parcial de la falta de acumulación de capital mediante el recurso bélico de apropiación y destrucción-. Un “crecimiento”, pues, que implica la desposesión de recursos y riqueza social de sociedades enteras, así como el negocio de la destrucción y la reconstrucción, más la ya de por sí lucrativa “industria” de las armas y de la aberración militar en general.
Una “salida” más a la Crisis Sistémica es la Desposesión generalizada de las poblaciones mediante la Apropiación privada de todo cuanto antes era colectivo (riqueza social, bienes y servicios públicos, infraestructuras, energía, comunicaciones…).
Distintos mecanismos regulatorios dictados por el Gran Capital potencian esa transferencia de recursos y riqueza de lo colectivo a manos privadas, con una centralización de la riqueza en cada vez menos de esas manos: grandes corporaciones, “fondos buitre” de inversión, detentados a su vez por muy escasas familias en el mundo [(World’s 722 biggest companies ‘making $1tn in windfall profits’ | Business | The Guardian) Ver también “Una aproximación a las claves del Poder Sionista Mundial”: UNA APROXIMACIÓN A LAS CLAVES DEL PODER SIONISTA MUNDIAL – El blog de Andrés Piqueras (andrespiqueras.com)].
Uno de esos mecanismos de negocio a costa de la Desposesión, está basado en la ya famosa proclama de la Transición Energética, y su aneja Agenda 2030, que predica una progresiva sustitución de energías no renovables por otras que supuestamente sí lo son.
Se ha denunciado repetidamente que con ello se intenta frenar el desarrollo de las formaciones sociales periféricas del Sistema Mundial capitalista, que necesitan de lo fósil para poder dar de comer a su gente, como hicieron siempre las formaciones sociales centrales (esas que se llamaron a sí mismas “Primer Mundo”), y que son las exclusivas responsables de que hayamos llegado a este punto de difícil retorno en el equilibrio planetario de la Vida.
Pero además, en vez de propiciar la autosuficiencia energética de las personas y de las comunidades, lo que se persigue y consigue poco a poco es la monopolización de los recursos, la apropiación de la tecnología “limpia” y el cobro de la misma al resto de la población.
Obviamente, no se cumple ninguno de los objetivos de la Agenda 2030 (u Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS-), ni el Gran Capital tiene ninguna intención de hacerlo.
Los 17 ODS son:
- Fin de la pobreza.
- Hambre cero.
- Salud y bienestar.
- Educación de calidad.
- Igualdad de género.
- Agua limpia y saneamiento.
- Energía asequible y no contaminante.
- Trabajo decente y crecimiento económico.
- Industria, innovación e infraestructura.
- Reducción de las desigualdades.
- Ciudades y comunidades sostenibles.
- Producción y consumo responsables.
- Acción por el clima.
- Vida submarina.
- Vida de ecosistemas terrestres.
- Paz, justicia e instituciones sólidas.
- Alianzas para lograr los objetivos.
¿Cómo sería eso posible dentro de un capitalismo en franca degeneración que promociona por doquier la Barbarie? En realidad todos y cada uno de esos ODS no paran de deteriorarse en el tanatocapitalismo que ya padecemos.
Por eso a lo que lleva la “transición” o por mejor decir, la especulación energética, es a que cada vez más familias no tengan cómo pagar las facturas, y ni puedan conectar al menos parte de sus electrodomésticos (lo que suele incluir a la calefacción en invierno y al aire acondicionado en varano). También a que el negocio de lo “limpio” deje sin medios de vida a más y más poblaciones.
Al respecto de ello, hace poco que salió esta iniciativa en el Reino de España:
Y añado esta terrible denuncia de lo que quieren hacer, por ejemplo, sólo por ejemplo de tantos y tantos otros lugares, con todo el Maestrat valenciano-aragonés:
Por último, adjunto este artículo que publiqué con Antonio Arnau, en julio de 2023 (en Directa, en catalán –Renovables sí, però no així ni per a seguir així – directa.cat-):
—
RENOVABLES SÍ, PERO NO ASÍ NI PARA SEGUIR ASÍ
Tras 50 años desaprendiendo sobre “Los Límites del Crecimiento”, subvirtiendo el marco de pensamiento que se abría paso en la Cumbre de la Tierra de Estocolmo de 1972, en la 1ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano y el Informe del Club de Roma, publicado un año después, hemos llegado por fin a un punto de emergencia ecológica planetaria, y dentro de ella, la climática, frente a la que no podemos ya cerrar los ojos.
Si el capitalismo sólo aprovechó todo este tiempo para mercantilizar los elementos del discurso ecológico y extraer pingües beneficios de lo que se suponía iba a ser “renovable” y “sostenible”. (no podía ser de otra forma porque para existir este Sistema necesita crecer permanentemente, para lo cual precisa, a su vez, consumir energía también de forma irrefrenable), el actual punto de tensión ecológico-climática ha promovido una acentuada renovación del “mercadeo ecológico-renovable”
Pero la construcción de energías renovables depende ampliamente del consumo de combustibles fósiles. Los procesos industriales para la producción de calor para la fabricación de placas solares, turbinas y baterías, conlleva la generación de temperaturas de entre 1.480 y 1.980ºC para los paneles fotovoltaicos (y entre 980º y 1.700º para el cemento y acero de los molinos eólicos). Una lástima que las fuentes renovables sólo sean capaces de alcanzar temperaturas de menos de 400ºC. También requieren de la extracción de abundantes minerales no renovables. Así, para pasar de los 3.000GW que se generan hoy en el mundo, a más de 10.000GW en 2030, y puede que a más del triple en 2040, se precisa aumentar el consumo de cobre y tierras raras en un 40%, el níquel y el cobalto en un 60 a 70% y casi un 90% para el litio, durante las dos próximas décadas. Teniendo en cuenta que la vida útil de las infraestructuras eólicas o fotovoltaicas es de 20 a 30 años, en breve tendríamos que volver a emplear algo parecido a todos esos recursos.
A esto se suma que no hay infraestructuras adaptadas para ello. En países como EE.UU. y Gran Bretaña son claramente obsoletas, y los proyectos “verdes” deben esperar para poder conectarse a la red eléctrica desde 2 años en muchos lugares del primero hasta 15 años en el segundo. En Europa, en general, el tiempo de espera para poder conectarse a una red eléctrica pensada para otra época y otras formas de energía, es de 5 a 10 años (en GB, España e Italia, más de 150GW de proyectos de energía eólica y solar esperan en la cola, en cada uno de esos países).
Todo esto quiere decir que:
1/ Las renovables no pueden producir renovables para mantener el actual consumo energético de nuestras sociedades ni mucho menos la al parecer intocable individuación del transporte privado. En realidad, por tanto, no son renovables per se,independientemente de los objetivos. Así, por ejemplo, el potencial renovable de la energía eólica es de 1 teravatio, equivalente al 6% del consumo energético primario total, y la solar a un máximo del 25%.
2/ Dadas sus muy bajas tasas de retorno energético (la energía que precisan por cada unidad de energía que generan) tenemos que cuantas más “renovables” se fabriquen habrá en principio un consumo masivo de combustibles fósiles, aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), que agravarán la emergencia climática. De hecho, el uso de recursos fósiles no ha parado de incrementarse en el mundo, representando en los últimos años más del 70% del aumento del consumo mundial energético, que se calcula que será fósil en un 85% incluso en 2050.
3/ Tal como está planteada la instalación de “renovables” en la actualidad confronta con los verdaderos usos sostenibles del suelo y el agua. Así por ejemplo, los campos eólicos marinos destruyen la vida en torno suyo; la proliferación indiscriminada de las “renovables” fotovoltaicas entra en competencia con la agricultura y la riqueza mineral, contraria a la sostenibilidad y la viabilidad, y causa de una aún mayor despoblación rural, al dejar sin fuentes de vida a las poblaciones. En el Reino de España hay en estos momentos alrededor de 1.400 proyectos de eólicas y fotovoltaicas solamente para los próximos dos años. De 55.400 personas trabajando en los sectores de la solar y la eólica, en 2021, se pasará a unas 468.000 en la próxima década (con lo que nos dirán, claro está, que lo “ecológico” es una nueva mina de empleo, sin contarnos cuántas personas se expulsan del sector primario y de servicios). En el caso concreto del País Valenciano, el Gobierno de la Generalitat había aprobado en enero de este año un total de 61 proyectos (de 107 presentados), que representan una inversión de 859 millones euros, para producir 1.356 megavatios (la primera razón aducida por el presidente de la Generalitat es que ello hará a las empresas “más competitivas”). Por supuesto, nada que permita la autonomía energética de la propia población (que se impide a toda costa): lo que interesa son macro-proyectos que den sustanciosas ganancias a las grandes empresas.
4/ Las “renovables” no pueden resolver ni la crisis energética ni el estrés climático, si no se tocan los aberrantes niveles de consumo energético y de materiales, así como las emisiones contaminantes y los ciclópeos residuos de las sociedades de capitalismo avanzado, e incluso de bastantes de las del resto del planeta.
5/ Todos los gigantescos proyectos de “desarrollo de energías renovables” en las áreas de interior, las más despobladas y de suelo más barato, en las llamadas “zonas de sacrificio” (de cultivos sostenibles de secano, biodiversidad, territorios y pobladores escasos pero aferrados al entorno, aunque también cada vez más otras de regadío y habitadas, incluso al borde de parques naturales) no responden a las verdaderas claves de importancia: ¿cuánta energía necesitamos y para qué?
Porque, en definitiva, las “energías renovables” no son capaces de satisfacer los consumos de energía requeridos por nuestras sociedades altamente energívoras. Responden ante todo, como decimos, a intereses privados de inversión lucrativa, a menudo meramente especulativa. “Forrarse con lo renovable” es el lema de una parte creciente del empresariado, que además en buena lógica, sigue enriqueciéndose también con las energías fósiles. Es el conjunto de “daños colaterales” que todo ese entramado financiero especulativo empresarial está llevando a cabo con las “renovables”, lo que está suscitando un creciente malestar social y de protesta en cada vez más partes de los territorios afectados. Un desierto de placas y molinos, sin gente, no es aceptable para más y más partes de la población, sobre todo rural pero no sólo, que se organiza en plataformas y asociaciones, y que da lugar a luchas y movimientos cada vez más activos en toda Europa.
Todo el mundo debe saber que no hay una transición indolora al mundo de menor gasto energético que nos aguarda necesariamente cuando se vayan agotando los recursos fósiles. No se puede seguir viviendo igual simplemente cambiando parcialmente de fuentes de energía.
Las “renovables” sólo pueden tener razón de ser cambiando de modelo socioeconómico, hacia una sociedad de consumo y transporte colectivo, de vida moderada ajustada a los recursos del medio, reduciendo enormemente la monstruosa desigualdad que el capitalismo generó a escala mundial y nacional (recordemos que, cuando nos quieren culpar a todos por igual, ya se trate de individuos o de países del mundo, el 10% de personas más ricas del planeta es responsable del 50% del total de emisiones GEI, y el 1% más rico emite el 17% total de GEI).
Pero esto no puede hacerse dentro del capitalismo, claro está. Hay que pasar a una forma de sociedad superior, más consciente. Ajustar los objetivos sociales a los medios energéticos sólo puede llevarse a cabo en una economía planificada, con igualdad social y distribución crecientemente equitativa de los recursos. Hablamos de una ecología económica de o una economía ecológica; verdaderamente socialista, en suma.
Compañero Profesor Andrés Piqueras infante.
Hace tiempo sigo las valoraciones que Pedro Prieto (ingeniero español, para quien no lo conozca) sobre las mal llamadas energías renovables. Quisiera dar un poco de luz a una de sus definiciones al respecto, me la he aprendido de memoria, y no se cuantas veces la he dicho a conocidos, amigos y en todo cuanto lugar he podido y llegado el caso. Lo resume todo:
Las mal llamadas energías renovables en realidad no son tales «son sistemas NO RENOVABLES capaces de captar PARCIAL y TEMPORALMENTE flujos de energía de fuentes que sí son renovables, pero que por su NATURAL distribución e INTERMITENCIA, son incapaces de satisfacer las VORACIDADES energéticas de un sistema que, como el capitalista, tiene que CRECER, CRECER Y CRECER SO PENA DE PERECER»
Las mayúsculas son mías.
Otro autor español, Jorge Riechmann, en un artículo en la Revista 15-15-15 titulado «¿Buscar las llaves bajo la luz de la farola, aunque las hayamos perdido en otro lugar?. Algunas reflexiones sobre colapsos y ‘colapsismo'», dice lo mismo, pero de otra forma. » dice casi lo mismo con otras palabras «Las energías renovables son inagotables a escala temporal humana pero muy limitadas en su aprovechamiento. Se tratan de dispositivos no renovables de captación de energía renovable que producen electricidad en sociedades no eléctricas (electricidad=20%
consumo energético hoy).
Una placa solar o un aerogenerador requieren muchos minerales finitos, muchos de ellos próximos a su agotamiento» (página 24 para quien quiera leerlo)
Por eso el petróleo venezolano le hace mucha falta a EE UU, por eso la presión internacional sobre las últimas elecciones en Venezuela, porque allí estan las mayores reservas mundiales de crudo.
Perdone usted y los lectores que me haya extendido.
Mis saludos afectuosos y cordiales a usted, todos mis respetos y apoyo.
Abrazos
Nada que ‘perdonar’, apreciado Rodolfo. Al contrario, agradecido como siempre, y seguro que los demás lectores y lectoras también, por sus reflexiones.
Fraternalmente, como siempre.
Muy de acuerdo con su análisis sobre el llamado «capitalismo verde» y muy necesario insistir en esta cuestión. Y creo que en el último párrafo de su artículo en Directa.cat se da la clave: del capitalismo no va salir nada sostenible ni «verde» y urge la transición a una economía planificada socialista, por todos los motivos, que resuelva los problemas en nuestras sociedades y a nivel planetario.
Sobre esto, señalar que si bien en otro tiempo en el PCE-IU había un discurso sobre la necesidad del transporte colectivo, etc., eso parece haber desaparecido o, por lo menos, ha pasado a un segundo plano (inaudible).
En cualquier caso, nada de esto será viable sin un cambio del poder político y una economía planificada socialista.
Y cabe preguntarse también qué piensan los comunistas chinos al respecto, habida cuenta de que China se ha venido constituyendo en un pilar del Mundo Multipolar y en alternativa al imperialismo de los EEUU-UE-OTAN, y cuál es su plan, en particular porque China es también uno de los principales impulsores de estas claramente falsas energías «limpias»: ¿vamos a resolver todos estos acuciantes problemas mediante el consumo individual desbocado de teléfonos móviles, tablets, coches eléctricos, plataformas como Tik-Tok, etc.? ¿Realmente creen los chinos que eso va a ocurrir? ¿Es ese modelo de desarrollo y consumo viable para todos los habitantes del planeta y son esas sus urgencias?
Que el problema más urgente y principal en este periodo histórico es el capitalismo imperialista violento de los EEUU-UE-OTAN no cabe duda, pero tampoco cabe duda de que hace falta un debate comunista franco y claro a nivel internacional sobre cómo vislumbramos el futuro y cuáles son los pasos a dar.
Un saludo.
Me parece que ha vuelto a dar en el clavo, estimado Lector. Saber discernir cómo se expresa la contradicción principal entre el Trabajo y el Capital es vital para poder tener hoy alguna posibilidad de supervivencia y de transformación. Igualmente, es fundamental saber qué contradicciones adquieren relevancia o mayor agudización en un contexto histórico concreto. Transcribo aquí unas palabras de Iniciativa Comunista al respecto:
“En este sentido, el materialismo científico defiende
que el desarrollo de la historia está basado
en el desarrollo de la lucha de clases, situando la
contradicción fundamental, en el caso del capitalismo
—incluida su fase imperialista actual—
en la contradicción capital-trabajo.
Sin embargo —y aunque esta contradicción es la que influye
en todo el resto de contradicciones— cada momento
de un proceso debe analizarse de manera
particular para convenir si la contradicción principal,
es decir, la que está más agudizada, es la
fundamental u otra.
Un ejemplo muy recurrente y didáctico aquí es
el caso de los fascismos. Cuando un pueblo pasa
de una democracia burguesa a una dictadura fascista,
la contradicción principal deja de estar entre
la clase obrera y/o campesina y la burguesía,
y se conforman unidades populares en contra del
fascismo: se produce un cambio cualitativo que
hace que la que era contradicción principal pase
a segundo plano, colocando en primera plano
otra contradicción, dándose un salto cualitativo
de ese momento del proceso de desarrollo.
Es deber de toda persona marxista saber
analizar cuál es la contradicción principal en
cada momento, porque, en palabras de Mao,
«contradicciones cualitativamente diferentes, sólo pueden
resolverse por métodos cualitativamente diferentes».
Si la contradicción principal de un proceso no
es analizada, será imposible designar el método
por el cual resolver resolver cualitativamente esa contradicción.”
(En Línea Roja, nº 4, 2017, pg. 8)
Y esa contradicción, ciertamente, ha asumido en la actualidad el carácter de Geoestrategia del Caos que el Imperio Occidental (comandado en el presente por EE.UU. y el Poder Sionista Mundial –PSM-) impone a la Humanidad. A su vez esa geoestrategia se divide entre el enfrentamiento multidimensional que USA-PSM llevan a cabo contra el Mundo Emergente, en forma de Guerra Total, y el levantamiento y enfrentamiento que cada vez más parte del resto del planeta empieza a protagonizar contra el mundo imperial-colonial que le fue impuesto a partir de 500 años hasta aquí.
Otra cuestión central es la evolución del líder del Mundo Emergente, China. De su definitiva decantación o no hacia el socialismo dependerá en buena medida el futuro de la Humanidad en lo que resta de siglo. Dentro de ese camino, no puede dejar de tenerse en cuenta su propia y auténtica transición ecológica, imprescindible, insoslayable.
En ese sentido, me parecen de sumo interés las claves entrañadas en el concepto estratégico de “civilización ecológica”, pergeñado en la URSS y asumido hoy por China a través de un marxismo ecológico (tal como nos explica Bellamy Foster en Civilización Ecológica, Revolución Ecológica – Observatorio Crisis). Creo que vale la pena tenerlo en cuenta. Puede seguirse todo el razonamiento en Por qué las batallas de la «guerra total» no son una lucha entre imperios (observatoriocrisis.com)
Aun a riesgo de ser reiterativo, sugeriría también la consulta de dos entradas de este ‘blog’, donde escribí al respecto de las mencionadas principales contradicciones en curso:
¿NUEVO IMPULSO AL CAPITALISMO DESDE LAS PERIFERIAS? (III) – El blog de Andrés Piqueras (andrespiqueras.com)
El Gran Reinicio y las luchas de clase horizontales inter-capitalistas y entre élites (observatoriocrisis.com)
De acuerdo de nuevo con lo dicho en su comentario y se agradecen las lecturas recomendadas, que me han parecido todas de interés. Entiendo que las observaciones sobre China que hace Ud. en particular en el último artículo recomendado («El Gran Reinicio…»), señalan de forma realista la situación interna en China -a la pugna entre las tendencias capitalistas y socialistas me refiero-.
Sí quiero subrayar que considero que el paso a un Mundo Multipolar, que creo inevitable y que vamos a ver en un plazo cercano, es en sí mismo un cambio histórico indiscutiblemente a mejor, un cambio realmente civilizatorio, por lo que ello supone de liberación del mundo anteriormente colonizado y las posibilidades de desarrollo de proyectos de tipo claramente socialista y emancipador (Cuba, Nicaragua, Venezuela, etc.), con independencia de que en dicho Mundo Multipolar puedan predominar inicialmente las relaciones de tipo capitalista.
En cuanto a China, también subrayo que sus logros son indiscutibles y que por el tamaño de su población suponen logros a nivel planetario: sacar a 600 (800?) millones de personas de la pobreza, la ampliación de la educación y el bienestar, los avances científicos en muchos campos, también en materia de exploración espacial, etc. Teniendo en cuenta el punto de partida y las dificultades, su progreso no puede calificarse más que de muy positivo.
Sobre esto, observaría que aunque a veces se ha señalado que en China han aplicado una especie de Nueva Política Económica leninista -y lo cierto es que los rasgos socialistas del sistema parecen mantenerse, así como un firme control del Estado por parte del PC de China-, también hay que tener en cuenta que ese desarrollo económico tipo NEP no se ha dado únicamente por permitir la economía privada como impulsor del desarrollo, sino que se ha vinculado a las relaciones económicas y de producción con los países imperialistas, debiendo ajustarse a los productos, patrones de consumo y, al menos en parte, a los valores de los países imperialistas, además de depender de los mercados imperialistas para vender sus productos, que es una parte aparentemente fundamental de su desarrollo. Lo estamos viendo ahora, por ejemplo, con los aranceles a los coches eléctricos chinos en Europa -con la consiguiente respuesta china a determinados productos europeos (1)-.
Con esto quiero señalar dos cosas:
a) Que hay que preguntarse si la economía china puede realmente desvincularse -llegado el caso de que fuese necesario- de las economías y mercados de los países imperialistas y si podría seguir progresando sin contar con los niveles de consumo de los países imperialistas -y de ahí entiendo que viene la oposición de China a las medidas proteccionistas-.
b) Hasta qué punto los valores de los países imperialistas no han influido en la propia población de China (al menos en la urbana), configurando sus expectativas de progreso. Alguien señalaba que uno de los problemas es que los países «en desarrollo» toman como modelo de progreso a los países desarrollados (imperialistas), es decir, su forma de consumo desbocado. Sobre esto, está claro que si el desarrollo económico lo vinculas al consumo interno (además de los mercados exteriores) de productos realmente superfluos y propios del modelo de consumo de los países imperialistas, inevitablemente se produce una alienación de la población, cambian sus referentes y sus valores y, en definitiva, se empuja en dirección contraria al socialismo. El ejemplo de Tik-Tok que ponía antes creo que es claro, siendo una plataforma en mi opinión tan perniciosa y alienante -en particular para niños y adolescentes-, como pueda serlo Instagram o cualquier otra plataforma digital norteamericana.
Y sobre los valores, señalar que obviamente no es lo mismo el concepto de «ganar-ganar» que propugna China que el del apoyo internacionalista. El caso de Cuba, que señala Ud. en la nota nº 8 del segundo artículo recomendado ( Por qué las batallas… ), es bastante claro (e indignante), porque el hecho es que ni siquiera son incompatibles ambos conceptos -«ganar-ganar» con los países capitalistas y apoyo internacionalista a los socialistas-. ¿Hay que entenderlo como una estrategia de «no sacar los pies del plato hasta que tenga fuerza suficiente»? Bueno, es posible.
—
En fin, este tema da para muchas dudas y preguntas, pero por no extenderme más: entiendo que va a ser en esta fase de pugna con el imperialismo por el Mundo Mutipolar en la que se va a ir clarificando hacía dónde se va a decantar China. Aunque no es más que una opinión subjetiva, mi impresión es que Xi Jinping es fiable y los pasos que ha dado China hasta ahora apuntan en la buena dirección, con su apoyo y vinculación a Rusia en la disputa con el imperialismo.
Un saludo.
(1) A seguir así, valientes
( https://elterritoriodellince.blogspot.com/2024/08/a-seguir-asi-valientes-seguimos.html )
Por cierto, no quería dejar de informar de la huelga general por Palestina convocada por CGT para el próximo 27 de septiembre, a la que creo que hay que dar difusión -informaba Insurgente, dejo enlace a la web de CGT-:
https://cgt.org.es/27s-huelga-general-por-palestina/
Un saludo.
Pues al publicar aquí su aviso, me hago eco y difundo. Muchas gracias.