Hablábamos hace dos días de las maniobras militares de EE.UU. en la ‘panza blanda’ rusa, y en concreto en Armenia. Dentro de su estrategia de caos y destrucción, también de desestabilización de entidades políticas, el Imperio USA redobla sus esfuerzos para desmembrar Siria y provocar el caos en Asia occidental y central, mientras sigue robando los recursos naturales de la región.
https://new.thecradle.co/articles/the-suwayda-protests-a-foreign-backed-plot-to-fragment-syria
Pero esa desestabilización bien puede terminar de poner en peligro la ya de por sí cada vez más complicada situación de su acólito sionista. ¿Cómo maneja Israel el apoyo de EE.UU. a Armenia, cuando él es el principal aliado militar de Azerbayán? ¿Qué pasaría si la estrategia del caos se fuera de las manos en Asia occidental?
La mayor sionización si cabe de Israel, su escalada de barbarie contra el pueblo palestino y sus continuas provocaciones hacia el mundo, pueden estar preparando su papel en la salvajización de la región (de momento está intensificando sus tan brutales como por ahora impunes bombardeos contra Siria -¿bajo la pasiva mirada de Rusia?-). Pero también puede ser un asunto que se le vuelva contra sí y le deje cada vez más vulnerable, si verdaderamente se desata un huracán bélico en la zona.
Los puntos calientes de la Guerra Total o Guerra Permanente, se dispersan por el globo terráqueo: las fronteras ruso-europeas y ruso-asiáticas, Asia occidental y central, el Sahel, el Indo-Pacífico (donde también EE.UU. intensifica su ocupación militar de territorios, ahora en islas próximas a Taiwan-China).
Realmente el monstruo parece estar dispuesto a morir matando. No importa los graves daños que cause a la humanidad.