UN IMPÁS DE VICTORIA EN PALESTINA

Cuando la potencia agresora que pretende asesinar a un pueblo entero tiene que detenerse, cuando un gran ejército que se enfrenta a unos cuantos heroicos combatientes se ve obligado a negociar, cuando el conjunto imperial una vez más tiene que ceder ante un pueblo que se niega a claudicar, es que está reconociendo su derrota.  El ente sionista está al límite de su resistencia económica, de su moral de combate y de contención de sus contradicciones internas.

Todo ello le ha llevado al ente sionista a la mesa de negociaciones con los “desarrapados”, con los “nadie”, con los “malvados”, con los que no hay manera de acabar. Sí, con esos puntales defensivos del pueblo palestino. No es la presión internacional, ni “las democracias de la comunidad internacional” que tanto han protegido y armado al ente sionista, ni otras vacuas razones o expresiones como esas, las que han forzado ese acuerdo, sino la tenaz, inquebrantable, casi imposible resistencia de todo un pueblo y sus combatientes, las que han empujado a los patrocinadores del ente sionista a decirle que necesitan un descanso. Efectivamente, el Imperio Occidental encuentra cada vez más resistencia en más poblaciones que se van convirtiendo en pueblos. Ya no se le hace tan fácil mantener tantos frentes a la vez.

El acuerdo se ha realizado con muchas aristas sin terminar de pulir, con muchas púas donde ese pueblo se puede seguir pinchando, con demasiados peligros en verdad, pero significa una tregua imprescindible desde el punto de vista humano… y político.

Obviamente, que la intención del ente sionista es conseguir al menos uno de sus objetivos (liberación de rehenes, incapaz de conseguirlo por su cuenta), para luego poder continuar la matanza con aún menos frenos. Veremos si también la tregua sirve para fortalecer la resistencia de los pueblos que hoy tienen que enfrentar al monstruo ávido de sangre; si las claves geopolíticas de fuerza a escala mundial tendrán algo más que decir que hasta ahora; si la “multipolaridad” sirve para algo más que sacar respectivas ventajas económicas.

Estos son los principales puntos de acuerdo aceptados hasta hoy, con la entrada del alto el fuego el domingo 19 de enero:

  • Retirada completa hacia las fronteras de todas las áreas de la Franja de Gaza.
  • Apertura del cruce fronterizo de Rafah y retirada completa del mismo.
  • Traslado de los heridos al extranjero para recibir tratamiento.
  • Entrada de 600 camiones de ayuda diariamente, bajo un protocolo humanitario patrocinado por Qatar.
  • Entrada de 200.000 tiendas de campaña y 60.000 caravanas para alojamiento de emergencia.
  • Intercambio de prisioneros y liberación de 1.000 prisioneros de la Franja de Gaza, además de cientos de prisioneros con cadena perpetua y condenas largas.
  • Vaciar las cárceles «israelíes» de todas las mujeres y menores de 19 años.
  • Retirada gradual «israelí» del corredor de Netzarim y del eje Filadelfia.
  • Retorno de todos los desplazados a sus lugares de residencia y libertad de movimiento en toda la Franja de Gaza.
  • Cesar los vuelos en los cielos de Gaza entre 8 y 10 horas diarias.
  • Rehabilitación de todos los hospitales, entrada de hospitales de campaña, equipos médicos y quirúrgicos a Gaza.
  • La primera etapa tendrá una duración de 6 semanas a cambio de la entrega de 33 prisioneros «israelíes», vivos o fallecidos, y esto continuará en la segunda y tercera etapa para negociar la liberación de los 66 prisioneros restantes en manos de la resistencia.
  • En el séptimo día, los desplazados del sur de Gaza regresarán al norte sin registros ni controles, después de que la ocupación «israelí» se retire de la calle Al-Rashid hacia la profundidad del eje Netzarim, y los habitantes de Gaza tendrán libertad de movimiento entre el norte y sur de Gaza a través de la calle Al-Rashid.
  • En el día 22, la ocupación «israelí» se retirará de todo el eje de Netzarim hacia el este de la calle Salah Al-Din, y la población tendrá libertad de movimiento.

*******

Y este es un comentario de Chris Hedges sobre la traicionera condición del Imperio y de su ente sionista:

La farsa del alto el fuego

“Israel juega un juego cínico. Llega a acuerdos escalonados con los palestinos que le garantizan que obtiene inmediatamente lo que quiere. A continuación, viola todas las fases subsiguientes y reaviva su asalto militar.

Israel, desde hace décadas, ha jugado un juego engañoso. Firma un acuerdo con los palestinos que se implementará por fases. La primera fase le da a Israel lo que quiere —en este caso, la liberación de los rehenes israelíes en Gaza—, pero Israel habitualmente no aplica las fases posteriores que conducirían a una paz justa y equitativa. A la larga, provoca a los palestinos con ataques armados indiscriminados para que tomen represalias, define una respuesta palestina como una provocación y deroga el acuerdo de alto el fuego para reavivar la matanza.

Si se ratifica este último acuerdo de alto el fuego en tres fases —y no hay certeza de que sea por parte de Israel— espero, será poco más que una pausa en los bombardeos de la toma de posesión presidencial. Israel no tiene ninguna intención de detener su carrusel de muertes.

El gabinete israelí ha retrasado la votación sobre la propuesta de cesación del fuego mientras continúa atacando a Gaza. Al menos 81 palestinos han muerto en las últimas 24 horas.

La mañana después de que se anunciara un acuerdo de alto el fuego, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusó a Hamas de incumplir parte del acuerdo «en un esfuerzo por obtener concesiones de última hora». Advirtió que su gabinete no se reunirá «hasta que los mediadores notifiquen a Israel que Hamas ha aceptado todos los elementos del acuerdo».

Hamás rechazó las afirmaciones de Netanyahu y reiteró su compromiso con el alto el fuego según lo acordado con los mediadores.

El acuerdo incluye tres fases. En la primera fase, que durará 42 días, se producirá un cese de hostilidades. Hamás liberará a algunos rehenes israelíes -33 israelíes que fueron capturados el 7 de octubre de 2023, incluidas las cinco mujeres restantes, las mayores de 50 años y las enfermas- a cambio de hasta 1.000 palestinos encarcelados por Israel.

El ejército israelí se retirará de las zonas pobladas de la Franja de Gaza el primer día del alto el fuego. El séptimo día, los palestinos desplazados podrán regresar al norte de Gaza. Israel permitirá que 600 camiones de ayuda con alimentos y suministros médicos ingresen a Gaza diariamente.

La segunda fase, que comienza el día 16 del alto el fuego, verá la liberación de los rehenes israelíes restantes. Israel completará su retirada de Gaza durante la segunda fase, manteniendo una presencia en algunas partes del corredor de Philadelphi, que se extiende a lo largo de la frontera de ocho millas entre Gaza y Egipto. Cederá su control del paso fronterizo de Rafah hacia Egipto.

En la tercera fase se negociará el fin permanente de la guerra.

Pero es la oficina de Netanyahu la que parece haber incumplido ya el acuerdo. Emitió una declaración en la que rechazaba la retirada de las tropas israelíes del Corredor de Filadelfia durante la primera fase de 42 días del alto el fuego. «En términos prácticos, Israel permanecerá en el Corredor de Filadelfia hasta nuevo aviso», al tiempo que afirmó que los palestinos están tratando de violar el acuerdo. A lo largo de las numerosas negociaciones de alto el fuego, los palestinos han exigido que las tropas israelíes se retiren de Gaza. Egipto ha condenado la confiscación de sus cruces fronterizos por parte de Israel.

Las profundas fisuras entre Israel y Hamas, incluso si los israelíes finalmente aceptan el acuerdo, amenazan con implosionarlo. Hamas busca un alto el fuego permanente. Pero la política israelí es inequívoca sobre su «derecho» a volver a comprometerse militarmente. No hay consenso sobre quién gobernará Gaza. Israel ha dejado claro que la permanencia de Hamas en el poder es inaceptable. No se menciona el estatus de la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA), la agencia de la ONU que Israel ha ilegalizado y que proporciona la mayor parte de la ayuda humanitaria a los palestinos, el 95 por ciento de los cuales han sido desplazados. No hay acuerdo sobre la reconstrucción de Gaza, que está en ruinas. Y, por supuesto, no hay ninguna ruta en el acuerdo hacia un Estado palestino independiente y soberano.

La mendacidad y la manipulación israelíes son lastimosamente predecibles.

Los Acuerdos de Camp David, firmados en 1979 por el presidente egipcio Anwar Sadat y el primer ministro israelí Menachem Begin, sin la participación de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), normalizaron las relaciones diplomáticas entre Israel y Egipto. Pero las fases subsiguientes, que incluían la promesa de Israel de resolver la cuestión palestina junto con Jordania y Egipto, permitir el autogobierno palestino en Cisjordania y Gaza en un plazo de cinco años, y poner fin a la construcción de colonias israelíes en Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, nunca se cumplieron.

O tomemos los Acuerdos de Oslo de 1993. El acuerdo, firmado en 1993, por el que la OLP reconocía el derecho de Israel a existir e Israel reconocía a la OLP como representantes legítimos del pueblo palestino, y el Acuerdo de Oslo II, firmado en 1995, que detallaba el proceso hacia la paz y el Estado palestino, nació muerto. Estipulaba que cualquier discusión sobre los «asentamientos» judíos ilegales debía retrasarse hasta las conversaciones sobre el estatus «final», momento en el que se habrían completado las retiradas militares israelíes de la Cisjordania ocupada. La autoridad gubernamental iba a ser transferida de Israel a la Autoridad Palestina, supuestamente temporal. Cisjordania fue dividida en las zonas A, B y C. La Autoridad Palestina tiene autoridad limitada en las Áreas A y B. Israel controla toda la Área C, más del 60 por ciento de Cisjordania.

El derecho de los refugiados palestinos a regresar a las tierras históricas que les fueron arrebatadas en 1948 cuando se creó Israel —un derecho consagrado en el derecho internacional— fue renunciado por el líder de la OLP, Yasser Arafat, alienando instantáneamente a muchos palestinos, especialmente a los de Gaza, donde el 75 por ciento son refugiados o descendientes de refugiados. Edward Said calificó el acuerdo de Oslo como «un instrumento de rendición palestina, un Versalles palestino» y arremetió contra Arafat como «el Pétainde los palestinos».

Las retiradas militares israelíes programadas bajo Oslo nunca se llevaron a cabo. No había ninguna disposición en el acuerdo interino para poner fin a la colonización judía, solo una prohibición de «medidas unilaterales». Había alrededor de 250.000 colonos judíos en Cisjordania en el momento del acuerdo de Oslo. Han aumentado al menos a 700.000. Nunca se concluyó ningún tratado definitivo.

El periodista Robert Fisk calificó a Oslo como «una farsa, una mentira, un truco para enredar a Arafat y a la OLP en el abandono de todo lo que habían buscado y luchado durante más de un cuarto de siglo, un método para crear falsas esperanzas con el fin de castrar la aspiración de un Estado».

El primer ministro israelí Yitzhak Rabin, que firmó el acuerdo de Oslo, fue asesinado el 4 de noviembre de 1995 tras una manifestación en apoyo del acuerdo por parte de Yigal Amir, un estudiante de derecho judío de extrema derecha. Itamar Ben-Gvir, ahora ministro de Seguridad Nacional de Israel, fue uno de los muchos políticos de derecha que lanzaron amenazas contra Rabin. La viuda de Rabin, Leah, culpó a Netanyahu y a sus partidarios, que distribuyeron panfletos en mítines políticos que mostraban a Rabin con un uniforme nazi, por el asesinato de su esposo.

Israel ha llevado a cabo una serie de ataques asesinos contra Gaza desde entonces, llamando cínicamente al bombardeo «cortar el césped». Estos ataques, que dejan decenas de muertos y heridos y degradan aún más la frágil infraestructura de Gaza, tienen nombres como Operación Arco Iris (2004), Operación Días de Penitencia (2004), Operación Lluvias de Verano (2006), Operación Nubes de Otoño (2006) y Operación Invierno Caliente (2008).

Israel violó el acuerdo de alto el fuego de junio de 2008 con Hamas, negociado por Egipto, al lanzar una incursión fronteriza que mató a seis miembros de Hamas. La incursión provocó, como pretendía Israel, un ataque de represalia por parte de Hamas, que disparó cohetes y proyectiles de mortero contra Israel. El bombardeo de Hamas proporcionó el pretexto para un ataque israelí masivo. Israel, como siempre lo hace, justificó su ataque militar contra el derecho a defenderse.

La Operación Plomo Fundido (2008-2009), en la que Israel llevó a cabo un ataque terrestre y aéreo durante 22 días, en el que la fuerza aérea israelí lanzó más de 1.000 toneladas de explosivos sobre Gaza, mató a 1.385 personas, según el grupo israelí de derechos humanos B’Tselem, de las cuales al menos 762 eran civiles, incluidos 300 niños. Cuatro israelíes fueron asesinados en el mismo período por cohetes de Hamas y nueve soldados israelíes murieron en Gaza, cuatro de los cuales fueron víctimas de «fuego amigo». El periódico israelí Haaretz informaría más tarde que la «Operación Plomo Fundido» había sido preparada durante los seis meses anteriores.

El historiador israelí Avi Shlaim, que sirvió en el ejército israelí, escribió que:

la brutalidad de los soldados de Israel se corresponde plenamente con la mendacidad de su portavoz… Su propaganda es una sarta de mentiras… No fue Hamás, sino las FDI las que rompieron el alto el fuego. Lo hizo mediante una incursión en Gaza el 4 de noviembre en la que murieron seis hombres de Hamas. El objetivo de Israel no es solo la defensa de su población, sino el eventual derrocamiento del gobierno de Hamas en Gaza poniendo al pueblo en contra de sus gobernantes.

A esta serie de ataques contra Gaza les siguieron los ataques israelíes en noviembre de 2012, conocidos como la Operación Pilar de Defensa, y en julio y agosto de 2014 en la Operación Margen Protector, una campaña de siete semanas que dejó 2.251 palestinos muertos, junto con 73 israelíes, incluidos 67 soldados.

Estos ataques del ejército israelí fueron seguidos en 2018 por protestas mayoritariamente pacíficas de los palestinos, conocidas como la Gran Marcha del Retorno, a lo largo de la barrera vallada de Gaza. Más de 266 palestinos fueron abatidos a tiros por soldados israelíes y otros 30.000 resultaron heridos. En mayo de 2021, Israel mató a más de 256 palestinos en Gaza tras los ataques de la policía israelí contra fieles palestinos en el complejo de la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén. En abril de 2023 se produjeron nuevos ataques contra fieles en la mezquita de Al-Aqsa.

Y luego la ruptura de las barreras de seguridad el 7 de octubre de 2023 que encierran Gaza, donde los palestinos habían languidecido bajo un bloqueo durante más de 16 años en una prisión al aire libre. Los ataques de hombres armados palestinos dejaron unos 1.200 muertos israelíes , incluidos cientos de muertos por el propio Israel, y le dieron a Israel la excusa que había buscado durante mucho tiempo para devastar Gaza, en su Guerra de Espadas de Hierro.

Esta horrible saga no ha terminado. Los objetivos de Israel siguen siendo los mismos: la eliminación de los palestinos de sus tierras. Esta propuesta de cesación del fuego es un capítulo cínico más. Hay muchas formas en que puede y, sospecho, se desmoronará.

Pero recemos, al menos por el momento, para que la matanza masiva se detenga.”

************

No obstante, más allá de rezar, conviene tener presentes otras…

CONSIDERACIONES

Es evidente que el acuerdo de cese del fuego será violado por los sionistas: ellos no respetan acuerdos, ni el derecho internacional, pero eso dará como resultado, que el combate continúe con más fuerzas.

Los stocks en Líbano se siguen restableciendo y desde Yemen la utilización de misiles sofisticados desestabilizará aún más el mando sionista.

La pérdida de Siria y la instalación de los yihadistas en Damasco ha sido un revés de grandes consecuencias por la ruptura de la cadena de abastecimiento desde Irán a la resistencia palestina y libanesa. Ese revés es doloroso también para los propios sirios con el cortejo de crímenes horrendos y la pérdida de derechos para mujeres y minorías étnicas y religiosas.

Esta victoria ha sido precedida por una descomunal campaña de intoxicación informativa que tiene dos puntos: Assad igual dictadura y los 100.000 yihadistas invasores son el pueblo sirio.

Este corte en los suministros hacia Palestina y Líbano dificultó el mantenimiento de la lucha pero «felizmente» existen los traficantes de armas…

Simplemente la Batalla de Gaza pasa a una nueva etapa.

Trump publicó un vídeo de análisis de un conocido intelectual, en el que dicen que Netanyahou los manipuló para que entrarán en guerra en Irak y fueran destruidos otros países.

En este vídeo tratan a Netanyahou de hp, lo que significa que no podrá venir a la investidura del «compañero Trump».

Estas contradicciones en el campo enemigo (que los miopes se apresuraran a desconocer) son útiles porque salvan a la resistencia de un aniquilamiento total y de mantenerse, impedirán la destrucción de Irán a través de una nueva guerra abierta.

No será la victoria esperada, pero visto el contexto sí constituye una victoria porque el eje sionista: Estado sionista + Partido Demócrata + complejo industrial militar no tendrán las manos libres.

Netanyahu será juzgado, no por sus crímenes sino por su ineficacia en preveer la ofensiva del 7 de octubre y la prensa amarilla tratará de sólo culparlo a él, como mecanismo para salvar la imagen de la entidad sionista en su conjunto.

Los que le dieron el cuchillo, ahora se lavarán las manos.                  (¿Ringo?)

***********

Al respecto, adjunto enlace a entrevista a Iñaki Gil de San Vicente en Telesur

**********

Finalmente, unas palabras del dirigente del movimiento Hamas en la Franja de Gaza y jefe de su delegación de negociaciones, Khalil Al-Hayya, sobre el anuncio del acuerdo de alto el fuego:

– En este momento histórico, nos dirigimos con palabras de orgullo y dignidad a nuestra gente en Gaza.

– Saludamos las caravanas de mártires de todas las facciones que cayeron en la batalla por la defensa de Jerusalén y Al-Aqsa.

– La batalla del Diluvio de Al-Aqsa marcó un punto de inflexión importante en la historia de nuestra causa.

– Los efectos de la batalla del Diluvio de Al-Aqsa no se detendrán con su final.

– Lo que llevaron a cabo las Brigadas de Al-Qassam el 7 de octubre golpeó al enemigo en su núcleo y permanecerá en los anales de la historia.

– Nuestro pueblo no olvidará a todos los que participaron en la guerra de exterminio… No olvidaremos ni perdonaremos.

– Nuestros combatientes llevaron a cabo operaciones contra el enemigo con una voluntad y una fuerza que el mundo nunca antes había visto.

–  Nuestro enemigo nunca verá un momento de debilidad por nuestra parte.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *