EL REINO DE ESPAÑA DISPUESTO A SACRIFICARSE
Vengo señalando desde hace tiempo que el Magreb y el Sahel se han convertido en el flanco sur bélico de la OTAN en su ofensiva contra el Mundo Emergente [en especial contra Rusia y China, pero también contra el (despertar del) continente africano en su conjunto, por ejemplo], haciéndose cada vez más peligrosa y explosiva su situación, además de catastrófica para la mayor parte de las poblaciones que los habitan. Poblaciones que cada vez más se ven forzadas a emigrar en masa y a asumir riesgos inconcebibles para llegar a los propios centros desde los que parten las agresiones contra ellas. Dejando una creciente ristra de cadáveres en los desiertos, arrabales de miseria y mares que tienen que atravesar. Lo cual no es sino parte del exterminio que el Imperio Occidental tiene hoy reservado para buena parte de la humanidad. Asesinatos disfrazados de “tragedias” en el Mediterráneo o en la ruta atlántica canaria, por ejemplo. También constituyen una fuerza de trabajo excedente ultrabarata, lista para ser abusada de todas las maneras posibles, incluso a través del esclavismo, como las ciudades de Libia saben bien (donde se venden esclavos en sus plazas), después de su “liberación” por el Imperio Occidental y la “gran democracia” que allí contribuyó a imponer (perdón por la ironía macabra) tras su brutal agresión y destrucción del país.
La OTAN, al comando del Eje Anglosajón, trata desesperadamente de frenar la presencia comercial y de inversiones chinas, intentando preservar al mismo tiempo su dominio colonial de la región. Quiere también obstaculizar la red de alianzas estratégicas rusas con cada vez más formaciones socioestatales africanas que buscan deshacerse de los lazos de opresión y explotación coloniales y neocoloniales que el Imperio Occidental ha ejercido sobre ellas desde hace siglos. Para ello recurre a todo tipo de agresiones político-económico-militares, así como a estratagemas operativas, como la de infiltración permanente de paramilitares, cuerpos de ejército irregulares y mercenarios, disfrazados bajo la apariencia de ‘yihadistas’ o ‘extremistas islamistas’.
Desestabilización de países, destrucción de sociedades, acoso a los procesos de “desconexión” con el orden imperial, asedio a los recursos económicos de la región, continuación del robo de sus recursos naturales, partición de un país como Sudán, intentos recurrentes de golpes de Estado, guerra económica, guerras fratricidas, terrorismo permanente contra las poblaciones, atentados y sabotaje de infraestructuras (a menudo levantadas con el apoyo de China), forman parte de las operaciones del flanco de guerra sur del Imperio Occidental y su instrumento armado de la OTAN.
No es sino un punto caliente más de la Guerra Total que el Eje Anglosajón (con el Poder Sionista Mundial) y sus vasallos europeos llevan a cabo. Ucrania-este de Europa (listo para extenderse al conjunto del pseudo-continente europeo), Palestina-Asia Occidental, el Asia caucásica y fronteriza con Rusia, así como el Pacífico occidental (y en concreto el mar de China), son los otros contextos geopolítico-militares más explosivos, pero no los únicos.
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Traigo a colación, sobre el mencionado flanco sur de la OTAN, dos artículos que creo pueden aclarar bien algunos de los puntos señalados. El primero de ellos sobre todo por lo que afecta al Reino de España, convertido en un peón sin soberanía alguna en ese juego macabro de guerra en África.
También el más que peligroso papel de Marruecos puede verse en ambos artículos. Lo que nos permite entender mejor la traición del Reino de España al pueblo saharaui, así como la lucha y agresiones que sufre el mismo en el actual contexto de guerra.
El Reino de España, única formación socioestatal europeo-africana, tiene todas las papeletas para sufrir las peores consecuencias de la guerra en el frente africano, por parte de un miembro de la OTAN.